Jocelyn Oyarce Avilés, Margot Saavedra Guerra, Carla Sepúlveda Sandoval, Marlene Zenteno Echeverría. Universidad del Bío-Bío, Chile.
El mundo moderno parece pensar que el dormir no es importante y que no afecta en nuestras actividades diarias; El diccionario de la Real Academia Española define al sueño como “el acto de dormir”, este verbo sugiere “Estar en un estado de reposo en el que se suspende toda actividad consciente y todo movimiento voluntario”. Según la especialista Julia Santín directora del centro del sueño de UC “Los chilenos sufrimos de privación crónica del sueño”, es decir, dormir en la sociedad moderna es poco frecuente e importante, “esta tendencia provoca problemas de fatiga, fallas de atención, memoria, concentración e irritabilidad”. Lo que es una de las causas mas frecuentes de somnolencia diurna con todo lo que eso implica en términos de accidentabilidad y mal rendimiento tanto académico como laboral.
Todo lo anteriormente expuesto se ha producido principalmente por la rápida aceleración que ha vivido nuestra sociedad en las últimas décadas.
Esta idea que se ha generado en la actualidad ha demostrado efectos negativos en los adultos, en el ámbito profesional y familiar, puesto que el no dormir las horas necesarias provoca desordenes tanto a nivel fisiológico y neurológico. Si pensamos en los problemas que trae el no dormir lo necesario en los adultos ¿Qué más quedara para los niños en sus actividades escolares?
El que un niño no duerma las horas que corresponde para su edad, que deben ser 9 horas aproximadamente, afectara en su desempeño escolar, por ejemplo un niño que vea televisión antes de los tres años de edad corre mas riesgos para prestar atención cuando a los 6 o 7 años valla a la escuela. La Neurosiquiatra infantil Amanda Céspedes señala que: “un niño cansado que no durmió lo suficiente, al otro día va a estar excitable e impulsivo. Un cerebro cansado exige movimiento para despertar”. Las consecuencias de esto no la ven lo padres sino los profesores, ya que los niños pasan mayor tiempo en la escuela y no en sus hogares; la hiperactividad se presenta cuando los niños llegan a la escuela pues deben estar quietos y atentos a la clase, pero su cerebro esta dormido, y por ende deben despertarlo moviéndose, parándose, hablando con sus compañeros, interrumpiendo la clase, etc., y esto tiene como consecuencia que los estudiantes no adquieran los conocimientos de forma correcta y no exista aprendizaje significativo, lo que genera que a corto o a largo plazo baje su rendimiento escolar; además de afectar en el aprendizaje del niño esto se convertirá en un circulo vicioso para el resto del curso, afectando a la concentración de estos, el desarrollo de la clase y la labor del docente.
Según Kimberly Fenn en la revista Nature “Dormir tiene dos efectos en el aprendizaje: Consolida la memoria, protegiéndola contra el deterioro y a demás puede ayudar a recuperarla o restaurarla”. Un ejemplo de esto es cuando observamos a los estudiantes al momento de rendir una prueba, donde podemos notar que si durmió las horas necesarias tendrá menor dificultad para concentrase y así rendir su prueba; por el contrario, si sus horas de sueños no fueron las adecuadas su rendimiento no será el más óptimo, ya que durante el sueño los contenidos recientemente adquiridos son transferidos desde el hipocampo a un almacenamiento mas permanente en la corteza; lo que conllevará a que los estudiantes recuerden mas fácilmente lo que aprendieron durante su estudio. El sueño protege lo que hemos memorizado permitiendo a demás que este se restaure, no se pierda, ni decaiga.