Escrito por: Alvaro Moraga. Universidad del Bío-Bío, Chile.
A lo largo de la Historia, el mundo ha sigo objeto de múltiples cambios. Antiguamente hablábamos de hitos significativos cuando nos referíamos a la reforma agrícola, a las revoluciones y/o a las guerras mundiales; sin embargo, hoy en día estos patrones referenciales se han modificado, llegando a decir que estamos viviendo el más grande de los cambios: el “tecnológico” y a su vez el de la “aldea global”.
El cambio tecnológico, hace referencia principalmente a las nuevas áreas económicas que se han implementado, a la baja en la mano de obra necesaria para la producción, y a los patrones que van a determinar el nivel de importancia en la actualidad para el manejo de la vida, como también, por su parte en la baja de gastos que dan mayor rentabilidad a los empresarios (énfasis a la economía capitalista); sin embargo, no podemos dejar ausente a quien dio paso a las primeras tecnologías dentro de la historia, la “Revolución Industrial” (con la máquina a vapor).
También hay que hacer énfasis en la importancia de la mujer para los diversos procesos de producción, como lo fue, por ejemplo, en la II Guerra Mundial cuando la industria se ve obligada a recurrir a la mano de obra femenina para compensar la ausencia de hombres producto de la guerra. Por su parte, es importante tener en cuenta la premisa de que existen también diversos grupos opositores a esta nueva forma en la cual se mueve el mundo: globalización.
Actualmente hemos escuchado en reiteradas ocasiones este concepto para hacer referencia a la baja o alza del dólar, como también a la de los productos importados/exportados. Sin embargo, cabe destacar la amplitud poco importante que se le asume comúnmente a este concepto.
Hablemos un poco de historia. Luego de la II Guerra Mundial, se pudo ver grandes transformaciones en cuanto a los flujos de la información. La comunicación telefónica tradicional, que dependía de señales analógicas transmitidas a través de alambres y cables, fue sustituida por la tecnología digital. Sin embargo, esto no habría sido posible si luego de la década de los 50 no se hubiese dado la urgencia de aumentar la capacidad de las comunicaciones, puesto que cabe mencionar que en dicha época los cables transatlánticos tenían tan sólo capacidad para 100 rutas sonoras, viéndose de este modo (como ya mencionaba) la necesidad de aumentar la capacidad de esta vía, es así como llegando al año 1997 se cuenta con la posibilidad acceder a 600.000 conversaciones a la vez (Held, 1999). Sin embargo, el inicio del auge de las telecomunicaciones se empieza a apreciar ya en la década de los 60”, lo que va a ser de gran ayuda para la expansión de las comunicaciones internacionales. En 1998, ya 140 millones de personas de todo el mundo estaban utilizando este medio, y ya en 2005 se estimaba que unos 1.000 millones estaba igualmente accediendo a esta tecnología (hoy en día, funciona una red de más de 200 satélites para facilitar el traspaso de información por todo el mundo).