Cuando hablamos de lucro, la sociedad actual encuentra que es algo totalmente malo, que se debe erradicar para que todo funcione correctamente.
Si decimos que el lucro no es el problema en la educación, sino que el problema es la calidad de la enseñanza, puede que sea cierto, ya que si la educación fuera un tipo de mercado, las empresas empezarían a competir entre ellas, buscando mejorar sus productos de manera que el usuario los elija de acuerdo a la mejor calidad, o sea mejorar la educación por medio de la demanda que ocurriría a través del mecanismo competitivo y luego permitir la mayor libertad de enseñanza, esto ayudaría a los padres a sacar a sus hijos si un colegio no cumple con sus expectativas y así en un corto plazo los colegios de menor calidad educativa irían desapareciendo, quedando solo los de mejor calidad. Para que esto funcionara tendrían que existir agentes reguladores que corroboren la calidad de los establecimientos.
Otro aspecto puede ser la distorsión que se podría producir en los establecimientos, como que el dueño se preocupara de aumentar los beneficios personales, en ves de apoyar el proyecto educativo. Esto podría ejemplificarse cuando el dueño empieza a seleccionar a los estudiantes con mayor nivel socioeconómico, los con menor costo para educarlos y los con más probabilidades de tener buenos resultados en el SIMCE, para así no bajar la demanda. También lo podría hacer entregando menos recurso a infraestructura, manteniendo las cosas en un estado no adecuado, o las aulas con más cantidad de los alumnos.
Lo que el lucro genera es difícil de verificar, porque son muy pocos los lugares en el mundo que tienen el mismo o parecido sistema educacional de Chile, y el de los colegios con fines de lucro y subsidiados por el estado al mismo tiempo. También no hay lugares donde se haya eliminado el lucro, así que no se puede saber sus consecuencias.
En conclusión, a lo que puedo llegar, es que el lucro no genera peores niveles de calidad, sino que es la segregación que se forma, que atenta con la equidad, ya que los que pueden elegir, son los que tienen mayor poder adquisitivo y no todos, como debería ser.
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Enviado por: Wilfredo Candia Cabello, estudiante de Ped. Educ. Física. Universidad del Bío-Bío, Chile.