Escrito por: Mirtha Díaz, Universidad del Bío-Bío.
En un mundo que desde niño nos enseña que debemos consumir carne pues está es parte de una pirámide alimenticia por la que debemos regirnos para así obtener el total de nutrientes necesarios en nuestro cuerpo, nos hace estar sumergido dentro de una masa donde ni siquiera nos preguntamos si es realmente necesaria y menos que hay detrás de ese jugoso trozo de lomo o de ese trozo de pollo que vamos a ingerir.
El consumo de carne en la cultura occidental es muy común no así en la oriental, donde se valoriza la vida de un animal y se le respeta.
La mayoría de las personas tiene una visión herrada acerca de lo que es ser vegetariano, piensan que solo consumen lechugas y soya por tanto su dieta es pobre en proteínas esenciales para el cuerpo.
Mi opción de ser vegetariana es por el respeto que merece cualquier animal y por un bienestar a la salud. Bajo mi perspectiva entrada ya al mundo vegetariano puedo decir que existen diversas formas de suplir estas proteínas con otro tipo de alimentos que no sea carne.
Mi postura es desde un ovo-lácteo-vegetariano que es muy diferente a ser vegano (quienes no consumen carne ni derivados de animales).
La carne es verdad posee ciertas proteínas que el cuerpo necesita, pero también trae consigo grasas que nos produce colesterol y un exceso de proteínas lo que impide una buena asimilación de calcio en el cuerpo. En cambio el consumo de frutos secos, legumbres en general, soya entre otros nos aporta porcentajes de proteínas necesarias y nos ahorra el colesterol y los problemas de salud que trae consigo.
El consumir mayoritariamente productos de origen vegetal nos contribuye con cantidades importantes de antioxidantes y una digestión que nos hace sentir más ligeros y livianos.
No estoy de acuerdo con la producción ni el consumo masivo de carne pues se atenta contra la dignidad de otro ser vivo, debemos respetar y no arrasar con los animales para de ellos obtener dinero y saciar el hambre de otro.
Cada persona al estar frente a un trozo de carne debería indagar el cómo llego aquel trozo hasta su cocina y cuales son los verdaderos pro y contra de consumirlo y no dejarse llevar solo por los mitos que solo la carne entrega proteínas. Investigar, leer e informarse acerca de los beneficios de ser vegetariano es un bueno comienzo para cambiar el común hábito alimenticio de las comidas con carne.