Los primeros datos de Déficit Atencional aparecieron hacia la segunda mitad del siglo XIX. El médico inglés Still fue quien describió las características del síndrome en 1902. Señaló como correlato de esta capacidad internalizar reglas, problemas atencionales, mentira, robo, aparente reducción de la sensibilidad del castigo, inmadurez, labialidad.
En 1947 Alfred Strauss con Luara Lehtinen escribieron el libro "Psychopathology and Education of the Brain-Injured Child", en éste se mostraba a los niños que eran catalogados como “anormales” por su comportamiento distraído e inquieto, ambos autores concluyeron que existía una lesión cerebral exógena que era la causante del daño.
Algunas características de estos niños son:
- emocionalmente inestables
- con dificultades de percepción
- impulsivos
- distraídos y repetitivos.
De aquí surgió el “Síndrome de Strauss”, para poder corregir dicho síndrome, (Strauss y Lehtinen, 1947) implementaron una nueva técnica de aprendizaje alejada del método tradicional, esta consistía en generar un ambiente especial disminuyendo los estímulos que incidían sobre el niño. Las paredes estaban limpias, las ventanas cubiertas con cortinas, incluso los materiales empleados se apartaban, utilizando solo papel y lápiz. El niño solía trabajar en un sector protegido por biombos que le aislaba de la vista y sonido de otros. Esta ambigua técnica nos parece que está centrada en el ambiente que rodea al niño, lo externo, no en el niño en sí, y su problema neurológico, porque lo más probable es que aunque este alejado de sus pares, cosa que nos parece inapropiado, igual se distraerá dibujando cosas que no son del aprendizaje o distrayéndose mirando como es el lápiz, la textura de las hojas, etc.
Varios autores han tratado de dar un nombre al trastorno, como por ejemplo Clementen, 1966 "disfunción cerebral mínima" y Russell, 1993 "Déficit biológico en la persistencia del esfuerzo, la inhibición y la motivación". Otros términos para referirse a estos niños son, "trastorno impulsivo hipercinético", "síndrome del niño con lesión cerebral". Según lo que menciona Cortez: “Alteración del desarrollo caracterizada por la falta de concentración, impulsividad e hiperactividad, asociada a problemas de aprendizaje y anomalías conductuales"
Luego, se realizaron exámenes y se encontró que algunos niños que presentaban estas características no tenían lesiones en el cerebro, fue entonces cuando la investigación cambia de estudios sobre el nivel de actividad a investigar acerca de la naturaleza de la atención, sus clases y que tipos podrían estar relacionados con el trastorno.
Por lo tanto al trastorno se le dio otro nombre, "trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad". Según avanzaba la investigación, se vio con más claridad que la hiperactividad y la impulsividad de estos niños y niñas estaban muy relacionadas, sugiriendo que formaban un único problema, es decir, un pobre control de la inhibición.