Como futuros docentes no basta con poseer los conocimientos específicos en un área en particular, si no que hay que ir un paso más adelante y lograr transformar a los estudiantes en agentes activos en el proceso de enseñanza y que nosotros seamos los precursores para ello.
Detectando, comprendiendo e identificando tanto sus motivaciones como aptitudes, emociones y estado de ánimo que son puntos importantes para un óptimo aprendizaje, que el docente tenga una llegada más amena y socializadora permitirá que se sienta más acogido y logre una mayor disposición para aprender y en el área cognitiva, que puedan reflexionar, debatir e inferir de manera acabada.
Todos estos factores determinan el desarrollo integral en el proceso educativo. Que durante décadas solo se basó en proveer y captar información, no existían los avances de las ciencias, que son un factor determinante al develar estos mecanismos cerebrales, que hacen posible el aprendizaje y logran determinar qué factores influyen en estos procesos.
Tengo la certeza que entre más conocimientos y estrategias posea el profesional tomara más y mejores decisiones. Es debido a esto y mucho más que las investigaciones en la neurociencia son y serán un aporte trascendental en el área educacional, ya que tienen un vinculo directo en el cómo aprenden, que aprenden y como desarrollan las capacidades y habilidades innatas que poseen y entender que la educación no es solo lo supuesto, si no que engloba un sinfín de causalidades que nuestro cerebro procesa y recopila información que es la clave para lograr un aprendizaje significativo, duradero y de calidad.
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Enviado por: Alex Alvarez N. estudiante Ped. Educación General Básica. Universidad del Bío-Bio, Chile.
