Escrito por: Ana Belén Sepúlveda Molina, estudiante Pedagogía General Básica. Universidad del Bío-Bío, Chile.
Desde tiempos remotos el hombre quiso explicarse fenómenos como el origen de la vida, la lluvia, los rayos, los truenos entre otros atribuyéndolos a algo místico, dioses o más bien seres superiores que guiaban sus vidas teniendo fe en entes de los cuales no pedían mas información que la idea que ellos mismos se hacían.
En la actualidad esta forma de adhesión a una creencia de algo “inexistente” hace a la humanidad presa de sus propias leyes negándose a razonar sobre una idea distinta. La iglesia católica se vuelve el fundamento más estricto dentro de esta idea ya que en nuestra realidad se ha convertido en el medio de manipulación más verídico de nuestra sociedad.
Siendo el medio por el cual se espera que la humanidad se llene espiritualmente para lograr ser mejores personas y entregar amor al mundo transfiriéndonos la palabra de dios refuerza lo que hoy más se critica entre los consientes ¿Cuánto cuesta cada peso de solidaridad? Esta pregunta para aquellos fieles que tienden a comprar su tranquilidad espiritual solo la responderán con la palabra caridad, pero para aquellos que si logramos ver algo mas allá de esta farsa, esta pregunta posee una respuesta mucho más profunda.
Es aquí donde comenzamos a pensar de que manera realmente podemos ser mejores persona y de qué manera realmente podemos crecer espiritualmente y ser solidarios con los que más lo necesitan preguntas difíciles de responder ya que la iglesia católica se ha encargado además de fijar los límites entre el bien y el mal, los criterios forjados en nuestra sociedad sobre lo que es bueno y lo que es malo están estrictamente ligados a la iglesia católica y si nosotros como individuos autónomos queremos tener un concepto distinto de estos dos pilares que rigen nuestras vidas seremos pecadores y nos iremos directamente hacia el infierno.
Mientras hoy la autoridad máxima de la iglesia católica está rodeado por millones de tesoros en el vaticano también existen pueblos en África que están rodeados de miseria, enfermedades, guerras e inanición, ósea que mientras un niño muere de hambre en un lugar del mundo el hombre más cercano a Dios esta en otro lado del mismo mundo sentado en un trono de oro viviendo como un rey en la era medieval.
Entonces ¿realmente son las creencias de la iglesia católica las que nos llevaran a la salvación de nuestro planeta? o son estas creencias las que cada día hacen que nuestra sociedad se pudra más en sus esfuerzos por ser “mejores personas” y ganarse el paraíso y la vida eterna. Tengo un gran respeto por aquel personaje histórico que lucho por lo injusta que era la vida en aquel entonces, respeto mucho su gran sacrificio y obra, pero como Jesús han existido muchos hombres y mujeres revolucionarios que en su momento también han luchado por las injusticias.
Según mi opinión la imagen de Jesús se ha utilizado como una vil herramienta de homogenización y orden para que aquellos que queremos romper con lo establecido temamos del pecado y el infierno y los poderosos puedan seguir en sus altos puestos mandando y llenándose los bolsillos y corazones del sucio dinero.
La solidaridad no es solo entregarle una moneda de cien pesos a un extraño que vestido con harapos nos pide nuestra ayuda y que muchos se la entregan con una moneda de cien pesos por el interés de ser bien recibidos en el paraíso, para mí la solidaridad viene del corazón y se la entregaremos a aquel hombre cuando con el podamos sentarnos a compartir un pan, un café o hasta una botella de vino, ser hermano de los más necesitados y hacer que ellos sientan que tienen un amigo en el cual confiar para mi es la verdadera solidaridad, la iglesia católica se encarga de destruir todo lo que probablemente sería la cura para todas las enfermedades que el mundo ha desarrollado desde que Dios apareció en nuestras vidas.