Un aprendizaje en conjunto: “La educación especial”

Por Judith Moreno, Ped. Castellano y Comunicación. Universidad del Bío-Bío.

“Los alumnos con necesidades especiales no requieren integración. Requieren educación”

(Hegarty y cols.,1981)

Sin lugar a dudas, el siglo XX ha sido testigo de un cambio paradigmático en las formas de entender y concebir a la educación especial, si bien no fue hasta la década de los años 60 en que comenzó a gestarse un movimiento de enorme solidez y fuerza, apoyado por un trabajo interdisciplinario; fue ya en los años 70 en donde se potenció y, definieron nociones y directrices, del concepto de educación especial, en la cual se pretendió hacer hincapié en los apoyos y recursos especiales que se necesita proporcionar a estudiantes que, por diferentes causas, enfrentan dificultades en su proceso de aprendizaje. Es así como en estos años ya se vislumbra un nuevo escenario, el cual desde una mirada constructivista, nos invita a pensar en “ayudas pedagógicas” que sean necesarias para implementar desde el Ajuste curricular y los programas de estudio, hasta el rol formador que cumple el docente en la sala de clases. Lo que debemos buscar es una educación sin exclusiones no una educación para la inclusión.

En primera instancia la UNESCO en el año 1977 definió a la educación especial como:
“Forma enriquecida de educación general tendente a mejorar la vida de quienes sufren diversas minusvalías; enriquecida en el sentido de recurrir a métodos pedagógicos modernos y al material necesario para remediar ciertos tipos de deficiencias.”

Diecisiete años después, en 1904, la UNESCO con motivo de la conferencia Mundial sobre necesidades educativas especiales, celebrada en Salamanca aborda nuevamente este concepto pero desde su perspectiva funcional:

“El desafío consiste en formular las condiciones de una “escuela para todos”. Todos los niños y jóvenes del mundo tienen derecho a la educación, no son nuestros sistemas educativos los que tienen derecho a ciertos tipos de niños. Es el sistema escolar de un país el que hay que ajustar para satisfacer las necesidades de todos los niños”.

Es por ello que lo que busca potenciar y enfatizar esta definición es la necesidad de enriquecer la comunidad educativa, constituyéndose en un referente efectivo y social para los niños. En donde se les brinde el apoyo y la ayuda necesaria en los procesos de adquisición del aprendizaje, tal como lo afirma Sánchez y Torres:

“La educación especial debe abarcar todo el conjunto de conocimientos que forman parte del sistema de variables que inciden en su actuación (de determinados alumnos) y debe contemplar todos los aspectos que van a condicionar la intervención educativa respecto de los sujetos con necesidades educativas especiales”

Ahora bien ¿qué significa que un alumno tenga necesidades educativas especiales?

En primera instancia remitiéndonos a sus orígenes, podemos decir que el concepto de n.e.e se genera en países de Anglosajona, específicamente Inglaterra, a partir del informe Warnock (1978) que contenía las propuestas para la integración escolar y social de los minusválidos de ese país. En este informe se propone la abolición de la clasificación de las “minusvalías” hasta entonces vigentes. Años más tarde Mel Ainscow (1985) amplió y matizó el concepto de necesidades educativas especiales, generando una aproximación en relación a los niños que necesitan ayuda educativa, para ello Ainscow postula 3 conceptos los cuales serían la base sustancial: El concepto de necesidad, el de Integración y el de currículum. Este último basado en la premisa de un currículum ampliado, modificado y adaptado a las posibilidades de los estudiantes, es decir que promueva la diversidad y la posibilidad de acceder en igualdad de oportunidades a la cultura del aula. Es así como el discurso de este destacado catedrático en Educación, nos remite por lo tanto a una reestructuración del sistema Educativo en función de una necesidad social.

Mel Ainscow nos dice:

“La inclusión no es acerca de grupos concretos de estudiantes, es reestructurar el Sistema educativo”

Volviendo a nuestra interrogante anteriormente planteada, se define a un alumno con n.e.e cuando presenta algún problema de aprendizaje a lo largo de su escolarización, el cual demande una atención específica y el uso de mayores recursos educativos en pos de un aprendizaje significativo. Dentro de las necesidades especiales más conocidas, encontramos:

-Niños con problemas de visión, audición o movilidad sin graves problemas intelectuales o emocionales; Niños educativamente retrasados; Niños con dificultades de aprendizaje significativas y niños con dificultades emocionales y de conducta. Estos últimos son los alumnos que presentan mayores dificultades en los colegios y necesitan apoyo importante tanto dentro como fuera de los centros educativos.

Sin lugar a dudas la educación especial es un tema que si bien ha renovado y mejorado ciertas falencias, queda mucho por avanzar. La carencia de los establecimientos escolares, que no están dando respuesta a las demandas y exigencias educativas del estudiante, la falta de profesores y especialistas competentes capaces de potenciar el proceso de enseñanza y aprendizaje así como también las habilidades y actitudes del alumno, el adolecer de evaluaciones eficientes, nos dejan en evidencia una falta de políticas gubernamentales y una falta de profesionales comprometidos con la labor docente.

Muchos nos queda por avanzar, sin embargo el labor de los futuros docentes será la siembra de un proyecto educativo innovador, enriquecedor, dinámico y que en su conjunto sea una labor interdisciplinaria.

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Bibliografía

García Molina, Santiago (1995):”Bases Psicopedagógicas de la Educación Especial”. Alcoy España. Editorial Marfil.
Echeita Sarrionandia, Gerardo (2007): “Educación para la inclusión o educación sin exclusiones” .Madrid España. Editorial Narcea, S.A.
Hegarty, Hodgson, Clunies-Ross (1998): “La integración escolar” .Madrid España. Editorial Morata, S.L.

Linkografía