Escrito por: Lorena Jeldres B. Universidad del Bío-Bío, Chile.
“Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser transformado y utilizado” (Michel Foucault).
Esta cita mencionada anteriormente por Michel Foucault, nos introduce a una situación muy común que se da en la mayoría de los establecimientos educacionales, mayoritariamente sudamericanos, en donde no se cuestionan las prácticas que se realizan al interior de la escuela, pero que a futuro nos manejan como unos chistosos títeres.
En la escuela los alumnos que constituyen el sistema escolar, son vistos como simples cuerpos a los que hay que dominar, una simple materia manuable y moldeable, una roca para ser forjada al antojo de entes con un mayor poder sobre los otros.
Cualquier niño que es introducido al sistema escolar para ser formado como persona, pensamos que está en el lugar óptimo para que los conocimientos y enseñanzas se inculquen de la mejor manera posible en ellos.
Pero sin embargo, todo lo lindo, lo maravilloso, todo lo bueno que creemos de la escuela, no es tan así, es por esto, que en este ensayo se darán a conocer cosas que cualquier persona podría apreciar, pero por el nivel de alienación que tiene nuestra sociedad, se les impide ver la realidad de las cosas.
Michel Foucault habla de este tema en su libro Vigilar y Castigar donde uno piensa que esas prácticas solo se daban en sociedades tradicionales, pero lo malo es que se siguen dando en la sociedad actual. A través de este documento mencionaré las distintas situaciones que suceden en los establecimientos Chilenos.
Cada vez que ingresa un niño al sistema escolar público, el Gobierno subsidia con dinero al establecimiento por incorporarlo y educarlo. Es por esta situación que es normal ver en las aulas de clases un promedio de 40 a 45 alumnos, donde lo más apropiado sería entre 20 a 25 alumnos para realizar de buena forma la clase.
Pero como siempre el interés económico de las personas e instituciones es el que predomina, es solo un “detallito” que no afecta en nada. ¿Verdaderamente no afecta en nada?
Como nadie hace nada respecto sobre el tema, esta situación continuará por mucho tiempo más, hasta que alguien no haga algo concreto por cambiar la situación.
Volviendo al tema de los cuerpos dóciles, como una simple definición se puede decir; se considera un cuerpo dócil a todo ser humano que es sometido, manipulado, moldeado y esculpido con un propósito, un fin en especial, una intención, para lograr que ese cuerpo se vuelva hábil y sea un gran ente productivo para la sociedad.
Desde niños el cuerpo y el alma es sometida en los distintos establecimientos, los “docentes” adiestran como deben pensar, establecen lo que está bien y lo que está mal, instaurando lo que es objetivo para ellos, pero no lo puede ser para los niños.
Desde que somos pequeños, se nos enseñan cosas que en ningún momento nosotros decidimos aprender, las materias vienen establecidas desde antes que avanzamos en los distintos cursos, no tenemos la posibilidad de elegir si quiero o no aprender matemáticas, biología, lenguaje, etc. ¿Quién establece que debemos aprender eso? ¿Por qué tenemos que aprender eso? ¿Tenemos la más mínima posibilidad de hacer algo contra esto?